En muchos casos el ICTUS supone una discapacidad para el paciente y esto supone un alto coste económico.
Según las estadísticas, de las personas que sufren un ICTUS, el 31% necesita asistencia en su vida diaria y el 16% necesita un seguimiento durante un periodo de tiempo que suele ser de un año.
Por ello, el ictus supone una carga y por ello ocupa el segundo lugar en "carga global de enfermedad en Europa" y es el que responde al 6,8% de la pérdida de “años de vida ajustados por discapacidad (SERNA & GIL et al., 2014).
Si seguimos con las estadísticas, el ICTUS supone entre el 3% y 4% de del gasto sanitario y los gastos se reparten entre los costes hospitalarios, la rehabilitación y finalmente los cuidados ambulatorios.
Una gran cantidad de dinero se destina al ICTUS en los Servicios Sanitarios.
Por otra parte, el ICTUS también supone un coste social porque hay casos en los cuales los familiares tienen que estar cuidando del afectado las 24 horas del día y no suponen de suficientes recursos económicos como para contratar a una enfermera por lo que se el familiar acaba convirtiéndose en el cuidador.
Según el "Documento base", el coste al año es alrededor de 10 mil euros y si las secuelas son muy graves asciende a 25 mil euros al año. Por lo que podemos ver el alto coste económico que supone
Referencias consultadas (estilo APA): SERNA, C., GIL, A. & LÓPEZ, L. (2014). [online] Retrieved from: http://www.ictussen.org/files3/r9/8.pdf
Aquí podemos ver un vídeo del ICTUS por la Federación Española ICTUS donde se menciona el coste social y económico además de los diferentes puntos tratados anteriormente